4 La función importa, y el diseño espacial, también
El diseño de interiores es mucho más que una suma de tendencias, o que cierta capacidad para definir la estética de un recinto.
Cueto afirma que «el diseño es funcionalidad, y si no, no esta bien pensado. La estética debe estar relacionada con esa función, no como algo separado.»
A continuación le planteo si la novedad que traen los nuevos composites de mínimo espesor, o las posibilidades de ciertas mezclas sintéticas de algunas firmas o determinadas imitaciones, es importante. Y él me precisa que no tanto como «el trabajo del espacio».
5 Iluminación, función y acento
Y no sólo del espacio vive el interiorismo. También se ha de trabajar con la luz, que construye visualmente otros «lugares» a voluntad. Nuestro entrevistado considera que «siempre se trabaja con iluminación general y elementos puntuales para acentuar.»
A partir de todo esto, deducimos que nuestro entrevistado huye de modas, como la de las tiras de led RGB, «que al final consiguen que existan proyectos receta… Todos iguales».
Y tiene razón.
6 Adecuación del local a la función del proyecto
No os creáis que un diseñador de interiores no es práctico, al contrario. Según José Antonio, «normalmente se elige el local adecuado a la actividad en lo referente a altura, acceso, salida de humos, etc, y no al contrario, ya que no todos los locales son adecuados a la actividad que se pretende».
Este aspecto del proyecto resulta delicado en ciudades como Madrid, donde no se permiten determinados cambios de uso según las juntas distritales. En la zona centro, por ejemplo, no se admiten nuevas licencias de actividad de restauración.
6 ¿Arquitectos o interioristas?
Finalmente, no tengo más remedio que preguntarle a José Antonio sobre los «encuentros y desencuentros» entre decoradores y arquitectos, a lo que aduce que «la disciplina es realmente la misma, dependiendo del tamaño del proyecto, sobre todo por formación y capacidad legal.»
Cree en la colaboración «siempre y cuando la forma de entender el diseño sea similar».
Aunque, para mí, entre creativos siempre se llega a acuerdos con previos desacuerdos. Como en los buenos matrimonios.