Pham Huu Son Architects y su villa Santo by the Sea. Un mirador al mar de corazón introvertido

Cuando el exterior penetra,
y el interior mira hacia afuera,
con un patio-piscina como corazón

El blanco nunca fue tan cambiante: es un sutil reflejo que varía según la luz.

La secuencia claustral de huecos permite la transparencia generando también sombras y penumbras.

El patio en ele hace posible la existencia de miradas múltiples, de visiones de ventana a través de ventana, de pasos superiores, de ampliaciones de fachada hacia el foco de interés.

⌂ Arquitectos: Pham Huu Son Architects
📸Fotografía: Hiroyuki Oki Fuente: Archilovers

Fran Silvestre consigue suavizar una forma cúbica para convertir el blanco en escala de cálidos

Plasticidad y dinamismo
para dar forma a una vivienda
que vibra con la luz

Las viviendas de Fran Silvestre son maquetas a escala 1:1. No es sencillo trasladar lo abstracto a lo tangible, lo ideal a lo vivido. Por eso en sus proyectos resulta tan valioso el detalle constructivo.

La línea que conforma el perímetro de la cubierta se funde con el contorno de la piscina. El remate en curva de las esquinas y el uso de diferentes materiales y texturas proporciona cierta gradación tonal que matiza la pureza del cubo blanco.

Cada volumen tiene un uso y una altura, y se vincula con el exterior con perímetros de vidrio limpios. La estructura portante no es evidente. Los tabiques cambian su configuración constructiva para que el contorno transparente no se vea afectado. El sótano se beneficia de la presencia de lucernarios para sus estancias de bienestar que no precisan de iluminación natural.

Los pasillos nunca son oscuros: al fondo se atisba la luz. La vocación lineal del proyecto se subraya con la iluminación artificial, ya que los focos desaparecen, solo se insertan oscuros con tiras de led en puntos clave, como la escalera.

Cuando el blanco pierde valor tonal para ser más bello.

⌂ Arquitectura: Fran Silvestre Arquitectos
📸Fotografía: Fernando Guerra
Fuente: Archilovers